como las plumas y el algodón.
Son alegres y sinceros.
Son la evasión y el consuelo.
La verdad se pierde en ellos,
la fantasía, el desvelo…
Niños, jóvenes y viejos,
el mundo entero
sueña por tenerlos,
por vivirlos,
por saborearlos…
Por las noches,
en la tarde,
a cualquier hora.
Compañeros de los hombres
y también sus enemigos.
La vida también es un sueño,
una meta, un imposible.
Incoherentes y alocados…
En definitiva… sueños.
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