El sol comienza a aparecer,
la luna vuelve a su refugio,
las estrellas esconden su luz
y tú ya vas a despertar.
Cada día esto se repite.
Es un torbellino sin final.
Yo espero tu llegada,
espero sin esperar
aunque no sé muy bien
el porqué de este esperar.
¿Acaso tú, niña, lo sabes ya?
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